¿Y ahora qué?
No te preocupes. ¡No estás
perdiendo el tiempo!
No te preocupes por tus títulos. Eso solamente te define
en un aspecto mínimo y a veces ni eso, detrás hay mucho, pero que mucho
más. Una persona. Tú.
Y eso es lo importante.
Tú.
Tú has venido aquí para
vivir y eso es lo que estás haciendo, vivir. ¿Qué más quieres? Estate tranquilo,
“tu misión se ha cumplido”. Viniste a la vida y en la vida lo que se hace es VIVIR. Aunque nadie nos enseñe, aunque esto no se estudie y aunque sean muchos los
que no sepan el cómo se hace esto del vivir. Al menos el cómo hacerlo desde mi
perspectiva. Feliz.
Puede que estas letras te sirvan cuando te surja esa maldita o bendita ni sé, pregunta. Cuando empieces a sentir
esa necesidad de tener tu tiempo ocupado y tus objetivos claros. Cuando te des
cuenta que nada era como pensabas y que ahora la respuesta está en ti, porque
ya no hay nadie que te diga cómo seguir al rebaño. No eres el único.
Y sí, era eso lo que tenían
que haber enseñado. A no depender de nada y a dejar fluir nuestras ideas y
mejores capacidades con libertad, sin necesidad de corresponder a nadie.
Tu vida está para
vivirla ¡eso es lo mejor de ella!
Por supuesto, no seas un
zoquete, así de claro. Esto no es para que te tires a la bartola y digas” mira
que yo estoy viviendo”… o bueno si, si eso te hace feliz pues a la bartola.
Pero la verdad es, que yo te digo esto para que no dejes que tu felicidad sea efímera
y consecuencia de un trabajo, de una valoración externa o de un curriculum de
veinte caras.
Encuentra esa perspectiva,
esa visión de la vida desde el vivir. Siéntete en armonía con ella y no
desperdicies ni un minuto más en el pensar y en el fijar, todas las cosas que
están pendientes para el mañana.
Otra vez ha pasado
desapercibido el cambio del invierno a la primavera…
¿Y ahora qué?
Sonríe. Grita. Ama.
Besa. Haz el amor. Abraza. Agradece. Quiérete, quiérelos. No te pongas el
despertador. Ve una película. Échate una siesta. Corre bajo la lluvia. Mójate. Canta.
Baila. Salta. Cáete, tírate y vuélvete a levantar . Di todo eso que aún no has dicho. Disfruta de la soledad. De la compañía.
Mira la luna, al sol. El cielo, las estrellas. El mar nunca se va pero puedes
observarle hoy. Siente la arena, las olas. NO NECESITES, DESEA. Respira. Sé feliz.
Si puedes serlo hoy, ¿por
qué vas a esperar a mañana?
Deja que la vida haga
su trabajo.
Tú haz el tuyo. ¡Vive!
Mañana todavía no
existe.