Hay dos clases de
personas.
En realidad hay muchas
más clases (casi tantas como personas), pero en este caso quiero hablarte de dos.
No sé esa manía nuestra
o suya, de creernos con el poder suficiente para decir a los demás: “no puedes”,
“esto lo haces mal”, “tú solo conseguirás tal o cual cosa”, porque yo… y es
que tú.
Está muy bien que
cuando observes, creas, que no significa que eso sea del todo cierto, alguna
debilidad de alguien se lo digas. Sí, si está muy bien, porque un día nos dijeron
que había que ser sinceros. Sinceros sincerísimos. Total que eres sincero/a cuando te conviene…
Lo que quiero decirte es sobre esas personas a las que un buen día le dijeron aquella cosa que le hundió.
Ahí están las dos
clases, los que se hunden y dan un valor enorme a aquel comentario, afirmación,
reflexión, de aquella persona, importante o no; y los que salieron a flote y
subieron al barco. Es decir, aquellos que esa crítica no les dejo avanzar en
ese aspecto y esos otros que utilizaron esa crítica para demostrar
absolutamente lo contrario y encima con muchísimo más coraje, fuerza y
motivación. Sin olvidar que viene detrás de un sufrimiento. Los dos tipos
sufren, les duele, uno se mantiene en el dolor o lo acaba evitando y otro
aprovecha ese dolor para demostrarse que en eso quizá no, pero en esto otro sí
y ahora y aquí me demuestro y quizá a ti también, mi valor. ¡Yo sí que puedo!
No voy a pensar en
culpas, porque podría ser infinito. ¿Quién fue el primero que dijo que tú no..? al
que te lo dijo a ti, puede que también se lo dijera otro y así
consecutivamente.
Al fin, e intento ser
realista, sé que hay cosas que se nos dan mejor y cosas peor,
pero eso no justifica que nadie, a no ser que tú se lo permitas, por tal o cual
cosa, te diga, afirme y te haga creer que no puedes.
Quizá esa cosa no se te
dé bien, tú mismo vas a darte cuenta, pero no pasa nada, sigue explorando tus
inquietudes siempre, porque hay algo que está hecho para ti.
Me gustaría que
supieras, aunque te doliera mucho y marcara un antes y un después para ti, que
lo que te dijeran o lo que puede que te vayan a decir, lo que creas o lo que te
hayan hecho creer, relacionado con un tú no puedes, no es cierto. Créeme, se
equivocan.
Hola, Sara
ResponderEliminarMuy interesante entrada, como siempre.
Apuesto siempre por la sinceridad como forma de respeto hacia mí misma y a los demás. En ocasiones he tenido que pagar un peaje muy elevado por seguir siendo fiel a mi misma.
En cualquier caso, los consejos no son para seguirlos, sino solo para tenerlos en cuenta.
Un fuerte abrazo.
Hola Karima!! Gracias por estar siempre por aquí!
EliminarLos consejos son armas de doble filo... algún día dedicaré una entrada a mi opinión personal sobre ellos ;-)
Un fuerte abrazo
Hola!
ResponderEliminarHe empezado un blog
http://decisioneseverywhere.blogspot.com.es
y trata sobre las decisiones que he tomado en mi vida. Tiene una temática parecido a la tuya, sobre lo que nos rodea y nos hace ser como somos. Me ha gustado mucho tu blog, te sigo!. ¿Me sigues?
Y me gustaría conocer alguna opinión sobre mi (nuevo, si) espacio, para mejorar! Un beso!
Hola Alicia, enhorabuena por tu blog :-)
EliminarMe pasaré un abrazo!
Querer es PODER! :) Buena entrada ;)
ResponderEliminarHola Lisa María, gracias por pasarte :-) me alegra mucho que te haya gustado
EliminarUn abrazoo!